sábado, 12 de diciembre de 2015

Documento sobre Jaraba

Iglesia de la Transfiguración





La iglesia de la Transfiguración de Jaraba se la adjudicó en subasta pública, «a candela», a Martín de Egurza, en octubre de 1595. Dos años después, se hacen cargo de la obra Pedro de Aguilera, su cuñado Francisco Setién, y Tomás de Lariba Hermo. Al fallecer Francisco Setién, Pedro de Aguilera cede su parte y la de su cuñado a Tomás de Lariba y a Francisco de San Pedro, en octubre de 1598, quienes se harán cargo de la finalización de la iglesia. La aceptación por parte del concejo del proyecto de Egurza en detrimento de Juan del Campo, que con anterioridad a la subasta había sido recomendado, supone la aceptación de los postulados teóricos de Vitrubio, a quien se menciona en
la capitulación, en detrimento de la tradición constructiva mudéjar que desarrolla Juan del Campo en la iglesia de la Señoría de Saviñán (1577). Egurz a representaría la figura del arquitecto que supervisa varias obras a la vez (ese mismo año había contratado también la iglesia de Villalengua), y éste es el argumento que esgrime Juan del Campo en su recomendación cuando dice que hay maestros que dejan las obras a cargo de sus criados. Juan del Campo representaría otro modo de contratar y trabajar, más personalizado, aunque quizás menos efectivo y tendente a desaparecer. En el contrato se hacen continuamente referencias a términos arquitectónicos renacentistas: orden toscano, y dórico; arquitrabe, friso y cornisa; púlpito al romano; cúpula sobre pechinas; bóvedas con sus terceletes y combados, etc. El proyecto original fue modificado un año después, suprimiéndose las columnas dóricas adosadas al muro de donde arrancarían las bóvedas, para abaratar el precio. Una vez acabada la iglesia tendría una nave con cuatro tramos, ábside poligonal y ocho capillas entre los contrafuertes, de las que sólo se conservan la cabecera y los dos tramos siguientes con sus correspondientes capillas, pues desplomados los dos tramos de los pies se reconstruyeron a mediados del siglo XIX.

1 comentario:

  1. Gracias por tus aportaciones José Antonio, me parece muy importante para recuperar el sentimiento de pueblo tener "cronistas" que quieren a Jaraba y nos facilitan y expanden el conocimiento de nuestra tierra.

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